Soltamos amarras

 Nos levantamos a las 4 de la mañana del sábado 28 de Mayo, nos acomodamos y soltamos amarras, son las 4:30 todavía es de noche, con rumbo a Ciudadela, Menorca. Se cumplieron las guardias,  nos cruzamos pocos barcos, pero el mar de fondo y la marejada del norte además de estar sin viento, me sentó mal, al amanecer unos pocos delfines estaban ahí, después me entretuve un poco con tres escoltas que se nos sumaron al viaje, uno los ve tan chiquitos enfrentando tanto mar, tanto cielo y buscan un refugio por algunos momentos,  se van pero al ratito vuelven y descansan un poco más, hasta que en algún momento ves que no regresan mas… y me pregunto hasta donde se sigue el instinto? Como enfrentan tanto siendo tan chiquitos…

Estamos llegando se ve el faro y el fuerte de San Nicolas, es una torre paramilitar de defensa y vigilancia, construida a finales del siglo XVII (hacia 1680).

Tenemos 114 millas de Port Ginesta a Ciudadela, llegamos a las 20:15 hs, el puerto de este lugar es natural, rodeada en gran parte de bares y restaurant,  justo para llegar y ver el partido de la Copa de Europa entre el Manchester y Barcelona, donde lo vimos en un bar y además gano 3 a 1, lo festejamos…igual en la ciudad se festejo mucho mas, casi no dormí…

EL capitán se da cuenta que el generador no funciona, llama a Laurence, un ingles que con su familia viven hace un tiempo en la isla, que nos conto su sufrimiento la noche anterior ya que sus hijos gritaban por el Barza, pero hablando de la batería del generador no puede hacer nada, es domingo y todo está cerrado. Muy amable nos comenta lo que se tendría que hacer..

Decidimos salir a hacer nuestro ejercicio de una hora por el lugar, sacar fotos, desayunar  y al volver veríamos que pasaba. La ciudad me encanto es muy típica,  se caracteriza también por sus angostas calles, con nombres curiosos como Que no passa ('Que no pasa'), y un pequeño obelisco en conmemoración al asalto turco de 9 de julio de 1558.

La ciudad es bellisima, las calles pequeñas y por la gente en los bares tomando cafe o bien una caña... la catedral hace sonar sus campanas, compro unas ensaimadas (es un producto de repostería de gran tradición en la isla) es dulce, para comer despues.

Volvemos al barco después de unas compras y vemos que debajo de la potabilizadora hay agua, entonces a sacarla, está en mi camarote, con un sifón de por medio y junto a un balde empiezo a trabajar. Cosas comunes me imagino.

El amarre era por un día, nos comentan que hemos llegado justo ya que en Junio aumenta el doble, a las 15 hs salimos rumbo a Mahón, la punta de la isla de Menorca.